Cuantas veces he querido saber cual es realmente el propósito de esta vida, y cuantas veces me he decepcionado al no encontrarlo, cuantas veces habré querido tirar todo lo que soy porque no entiendo nada y empezar de cero. La vida no es así, no es fácil, no te da las respuestas como suelen hacerlo esos compañeros que tratan de ayudarte en los exámenes siendo que lo único que hacen es perjudicarte porque así te acostumbras a lo que es sencillo y no es correcto; la vida tampoco es un juego, que si lo pierdes lo puedes volver a jugar para tratar de ganar en esa segunda vez. No, la vida es mucho más dura que eso, y por eso señores, hay que aprender a vivirla de la mejor manera posible.
Antes de empezar, yo sé que no me puedo considerar una persona madura como para hablar de esto, después de mucho reflexionar me di cuenta de que la madurez es una de esas cualidades que uno nunca adquiere por completo hasta que encuentra la paz interior. Bueno, paz es lo que necesito para poder tirarme por una ventana y no tener miedo de morir. En fin, me voy por las ramas.
Siguiendo con lo de aprender a vivir, lo que uno se da cuenta es que al mirar de cerca las cosas que están a nuestro alrededor podemos llevarnos increíbles sorpresas (y no siempre son exactamente gratas), que nos hacen ver que nada es como creemos, y que si lo es, es incluso peor de lo que pensábamos. Pongo como ejemplo a la gente en general; normalmente a uno se le da por ser prejuicioso y hacerse una idea de una persona con una mirada y cree que nunca se equivoca al hacerlo. Bueno, en mi caso, luego de hacer esto, y de haberlos analizado un poco más profundamente (tampoco soy tan prejuiciosa), me hacen ver que el veredicto anterior pudo haber sido incluso peor y aún estaría en lo correcto.
Pero lo que en verdad preocupa es, ¿cómo es que puede llegar a haber tanta gente con la misma forma de ser tan desesperante? A veces pienso que todo es culpa de sus padres, soy fiel creyente de que todo empieza por casa. En mi caso gracias a mis padres soy todo lo que soy, en mis defectos y virtudes, y aunque hay varias cosas que capaz ellos no me enseñaron , aún así mantengo los valores que me inculcaron y trato al máximo de desechar los vicios y malos hábitos que tienen. Mi madre por decirlo, es una mujer muy acelerada e impaciente, no mide las cosas que va a decir, simplemente las escupe, sin temor si es que va a ser hiriente o no. Yo, al contrario trato al máximo de suavizar mis frases y tratar de ser lo más amable posible cuando quiero decir la verdad, aplico el dicho "no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti".Por el otro lado también ella, dice malas palabras todo el tiempo, y yo no me quedo atrás en ese tema pues siempre ando diciendo groserías. A lo que quiero llegar es que si realmente quisiéramos ser buenas personas, y fuéramos lo suficientemente inteligentes como para serlas, no copiaríamos todo lo que vemos que hacen los mayores, por lo menos algunas de estas cosas que ellos hacen trataríamos de cambiarlas (sé que no siempre es posible no reflejar algo malo de nuestros progenitores) para bien, y no para mal como la mayoría hace. Tampoco digo que todo lo que hacen los adultos está mal, claro que no, es más, son mucho más sabios gracias a la experiencia que tienen, lo único que hay que aprender cuando se trata de tratar con gente adulta, es el respeto.
Sé que la palabra conciencia en estos tiempos no tiene ningún peso, pero a veces me gustaría creer que sigue existiendo dentro de todos, nada más que algunos no aprendieron a despertarla o a usarla de la manera en que deberían.
No obstante, sé que no soy quien para estar diciendo todo esto sobre los demás, que yo misma puedo ser incluso peor. Pero por lo menos trato de cambiar, por lo menos busco un camino distinto si es que veo que lo que hago no me trae provechos ni a mí, ni a nadie que esté a mi alrededor. Lo que pido es que cuando nos pongamos un zapato que tiene piedras adentro, podamos sentirlas y hacer algo por sacarlas. Quisiera que la humanidad se diera cuenta de las cosas que hace, que sepa diferenciar de lo bueno de lo malo. Sé que no es fácil siendo que ahora gracias a la publicidad engañosa que dan a varios "valores" ya no sabemos realmente bien qué es lo correcto y lo incorrecto. Bueno, eso se puede resolver leyendo un poco sobre historia e informandose sobre todos los ámbitos que envuelvan una vida en sociedad (o por lo menos eso creo yo). O también se soluciona al tratar de ser una persona íntegra todos los días, con las ganas de mejorar el mundo o de dejar una huella que valga la pena. No dejemos que los demás nos digan que hacer, aprendamos de nosotros mismos, y dejemos que lo único que los demás nos enseñen con las cosas malas que hacen, sean precisamente las cosas que debemos evitar para no pasar lo mismo que ellos.
Creo que es suficiente de tratar de ser una filósofa o profesora de ética, ni siquiera sé cual es la diferencia. La verdad es que no soy buena para estas cosas.
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