Nunca fue importante decir demasiadas palabras, pero siempre lo hice.
Nunca di la oportunidad de hacer que alguien me conozca, ahora quiero experimentar un nuevo comienzo basándome en ello.
Quiero un lugar donde no tendré miedo de exponer mis temores, mis errores, mis imperfecciones.
Será como contar una historia de vida a gente que no le importa una vida sin mucho que contar en realidad.
Será como decir cuanto me importa, y a la vez contradecirme cuando no hago nada al respecto.



domingo, 11 de marzo de 2012

Este post se trata de mis ganas de escribir

Bueno, para mi post de hoy no hay motivo aparente, es simplemente un momento para venir a decir lo que pasa por mi mente y expresarme. De todas formas sé que no se enojan si vengo a escribir un ratito.

Esta semana pasaron muchas cosas, muchas más de las que mi mente podía procesar. Generalmente me lleva un tiempo hacer que los sucesos diarios tengan algún significado especial, después de haberlos analizado uno a uno por un tiempo. Esta semana el tiempo no me alcanzó ni para eso, la verdad que no me alcanzó prácticamente para nada. Quería hacer tantas cosas pero hice solamente la mitad de ellas. Es normal, los días son cortos y las actividades son muchas. Pero esta semana aparte de todo lo que quería hacer, mi subconsciente quiso jugarme malas pasadas. Tuve brechas de depresión, y odio que me pase justo en esos momentos menos oportunos. Pero bueno, son cosas que gracias al cielo duran lo mismo que dura un sueño. Aunque eso no le quite lo dolorosas que puedan llegar a ser cuando pasan.

Me puse a pensar en mucas cosas a la vez, y eso, cuando es en exceso,  no es bueno. Una de ellas en particular fue motivo principal de mi depresión momentánea. El colegio en sí comenzó y me hizo darme cuenta de que sigo siendo una completa perdida ahí. Nadie nota mi presencia y nadie quiere venir a sentarse a charlar conmigo. Digo, ¿tan mala soy? ¿tan aburrida que ni siquiera quieren saludar? Es increíble como siempre tengo que ser yo la que se va y le dice un "hola!" a los que me caen bien o dicho en otras palabras a quienes considero mis "amigos", ya ni siquiera sé si pensar si realmente lo son o no. Siempre me pasa que esa gente que realmente quiero que me preste atención nunca lo hace. Soy como un fantasma invisible que ni siquiera asusta, pero que da pena. No es que sea la persona mas amigable del mundo, pero ojalá vieran que hay veces que quiero ser amable y agradable, que se dieran cuenta de que realmente hago el intento. Ni aunque los mire con cara de "hey, estoy aquí, hacéme caso" se dan la molestia de acercarse a mí. Me hacen creer que soy lamentable. Cuando sí me saludan o hablan conmigo, hay un momento en el que se distraen de mí, se van con sus otros amigos y yo paso a segundo plano. Me siento tan poca cosa a veces. Siento que ni siquiera vale la pena el intento. Es tan frustrante.

Otra cosa que me puse a pensar es que me pongo demasiado antipática cuando me enojo. Que incluso trato mal a gente que no se lo merece; por más que haga el intento de ser cortés en lo mínimo, ni siquiera eso puedo. Mi estado de ánimo me impide demostrar algo que no siento, en ese sentido soy la persona más auténtica que existe. Y es cruel porque odio que todo el mundo sepa lo que me pasa. Y más odio cuando vienen y me preguntan: "¿Qué lo que te pasa ya otra vez?". Nunca me pregunten, pero NUNCA, me pregunten de esa manera qué me pasa. Traten de simplemente sentarse a mi lado y si ven que no estoy bien, dénme un abrazo y déjenme llorar en sus hombros, van a hacer de mucha más ayuda que si andan preguntando de forma tan insensible cuál es el problema. Ayúdenme a olvidar lo malo, no a rememorarlo al tener que contarles la historia.

Lo que más vino a mi mente fue el hecho de que hay músicas que aparecen justo en el momento cuando más la necesitas. Es tan increíble que hasta asusta. Ponés tu reproductor en aleatorio y te sentás con los auriculares puestos mirando a la nada, pensando en eso que tanto te aflige, y de repente suenan unos acordes que te despiertan de ese letargo y empezás a escuchar atentamente cada palabra que dicen los versos y las lágrimas empiezan a caerse lentamente por tu rostro. O de a poco se forma una sonrisa porque gracias a la canción descubriste que hay una luz o que no todo está tan mal como pensabas. Me pasó mucho esta semana, y en algunos casos fue de la primera forma y en otros de la segunda. Cuando pasa eso, la música automáticamente pasa a esa lista imaginaria de canciones que te traen recuerdos, o canciones que te ponen nostálgica. De ese lado amo la música, siempre ahí cuando necesito una pistola para dar el tiro final o una noche estrellada para no pensar más y simplemente disfrutar del paisaje. El punto es que cuando la música aparece mágicamente en medio de tus encuentros contigo misma, es cuando la aprecias realmente y te das cuenta de su importancia en tu vida.

En fin, llegué a la conclusión de que mis amigos de verdad no siempre van a estar ahí, no soy su única amiga, y los amigos que se olvidaron de mí, nunca fueron realmente mis amigos. Queridos, no pido mucho, solo pido un simple y común "Hola Mandy, tanto tiempo che, ya se te extraña, cuando nos volvemos a ver?" o un "Mandy, sabé que sos importante y que no me olvido de vos" de vez en cuando. Hay algunos que lo hacen, y que cuando veo sus mensajes me pongo a reír como boluda. Es que son esos los pequeños gestos que espero que hagan por mí si realmente me aprecian, si me dan algo de eso, sabré que valgo la pena. También concluí que no está mal ser auténtica, lo malo es que no haya gente que sepa como tratarte cuando esa autenticidad te impida por lo menos aparentar que no te pasa nada. Que cuando trate de "ayudarte" te ponga incluso peor de lo que ya estás. Lo único que queda por hacer es ponerte a escuchar todas esas canciones que te llevan a mundos distintos donde todos comprenden tus sentimientos y te sentís completamente querida.

Sé que leerme así para muchos es bastante aburrido, pero sé que hay por ahí alguien que sonrió con este post que escribí por el simple hecho de que quería escribir. Que gracias a este divague nocturno descubrieron que hay otra persona por ahí que tiene una mente parecida a la suya.

Peace out motherfuckers...

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